Las manchas de óxido en los materiales galvanizados / Aluzinc, generadas por la humedad acumulada durante el almacenamiento, se presentan como un depósito polvoso blanco o gris que puede desarrollarse en piezas galvanizadas y/o ALUZINC (Aunque en este último tienden a ser más oscuras).
Este fenómeno puede presentarse en productos apilados que han recibido algún tipo de humedad y ésta ha quedado atrapada en las uniones entre los materiales, sobre el recubrimiento, dónde está restringido el flujo de aire y por lo tanto la humedad puede permanecer por un periodo de tiempo prolongado.
También se puede presentar cuando el acero está expuesto a la lluvia, el rocío u otras condiciones de alta humedad y dicha humedad permanece sobre el producto por un tiempo prolongado. Cuando existe humedad en forma líquida atrapada entre dos superficies, la superficie de zinc que está más cerca de la parte más gruesa de la gota, recibe una cantidad distinta de oxígeno en relación con la superficie de zinc que está en la zona del borde de la gota.
La exposición variada provoca una diferencia en el potencial electrolítico del zinc. El área central pueden volverse anódica y el área del borde, catódica, lo que genera una posible celda de corrosión. La humedad, bajo estas condiciones, generará una reacción que producirá una corrosión en el zinc superficial en forma de mancha blanca polvosa. La mancha de oxidación por almacenamiento es la formación visible de óxido de zinc e hidróxido de zinc sobre la superficie del acero galvanizado o el Aluzinc.
La mancha se produce después de que el revestimiento reacciona con el entorno y no durante el proceso de revestimiento.
Una vez que el material entra en contacto con el medio ambiente se forma en la superficie una delgada capa de óxido de zinc (invisible) que corresponde al proceso de natural o normal de erosión del material, sin embargo, cuando la pieza entra en contacto con la humedad de manera prolongada, las partículas de óxido de zinc ya existentes capturan el agua y se forma hidróxido de zinc, que ya es el material blanco o gris poroso. A su vez este hidróxido de zinc y el óxido de zinc también existentes van a interactuar con el dióxido de carbono presente en la atmósfera, formando allí, una más compacta y con alta adherencia de carbonato de zinc, que conocemos como “óxido blanco”.
Es por esto que la manera más importante de prevenir la formación de este óxido blanco es limpiando y secando los materiales inmediatamente han entrado en contacto con la humedad (o, en todo caso, lo antes posible). Desapilando las láminas o cubiertas, una por una y secándolas durante el desapilamiento. Un material seco y aireado no creará óxido blanco.
¿Cómo eliminar las manchas de óxido blanco generadas por humedad en el almacenamiento?
1. Debemos utilizar un detergente que contenga amoníaco. Muchos detergentes disponibles en los supermercados contienen amoníaco. Se debe mezclar el detergente o producto de limpieza en una parte con diez partes de agua en un balde. Esta solución se le aplicará al acero galvanizado o aluzinc. Es importante utilizar guantes y mascarilla durante toda la operación, el amoniaco puede irritar ojos, garganta o piel e incluso puede generar quemaduras químicas.
2. También puedes hacer una solución compuesta de: un limpiador de óxido de calcio (estos ya son un poco más especializados), jugo de limón y/o vinagre blanco, con las mismas precauciones anotadas para la solución anterior.
1. Se sumerge un cepillo de nailon resistente en la solución y se limpia con fuerza el acero galvanizado o aluzinc afectado por el óxido blanco. El movimiento de limpieza con el cepillo debe ser circular y con solución abundante. Las zonas más comprometidas requerirán más trabajo de limpieza.
4. Una vez la superficie se vea limpia, se debe enjuagar el acero con agua y dejar que se seque completamente. Toda la solución debe limpiarse completamente con agua. Cualquier residuo químico de la solución utilizada que permanezca en la superficie podrá corroer o destruir el recubrimiento del acero con el tiempo.
5. Ante todo, evita almacenar el acero en lugares húmedos o mal ventilados. Lo más importante es invitar que la humedad permanezca sobre la superficie del material por mucho tiempo. Si tienes una cantidad pequeña de materiales almacenados, y si estos han entrado en contacto con la humedad o pudieran entrar en contacto con la humedad pues no hay un sitio seco idóneo para almacenarlos, puede ser buena idea, secarlos y luego apilarlos de manera separada, en ángulo en lugar de almacenarlos totalmente planos. De tal manera que el agua pueda escurrirse si el material se humedece nuevamente.
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