La tercera cruzada enfrentó al rey Ricardo Corazón de León de Inglaterra, contra Saladino, quien en ese entonces era el que gobernaba Jersualén.
Dentro de sus batallas, estos dos personajes se encontraban. En uno de esos encuentros el Rey Ricardo presumió lo poderosa que era su espada y rompió una roca con ella.
Saladino, mucho más sutíl, dejó caer el velo de una de sus esposas, su espada la puso de manera horizonatal y cuando pasó la tela por allí, el velo cayó partido en dos.
Rey Ricardo Corazón de León
Saladino
¿Cómo podía ser una espada tan delgada, filosa y a la vez tan resistente que no se rompiera en batalla?
La espada de Corazón de León era recta y pesada. Por su parte la espada de Saladino era delgada y con unos tonos azulosos, que eran característicos del 'Acerode Damasco'.
Mucho trabajo les costaría a las herrerías Europeas, descubrir el secreto del acero de Damasco; no tardarían años ni décadas, ¡sino siglos!
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